La Magia de Harry Potter

Los personajes y el mundo donde se desarrollan las historias que se publicarán en este Blog son de la exclusiva propiedad de J.K. Rowlings, solo la trama y algunos personajes me pertenecen y por esa razón los nombres de los mismos serán utilizados en otras historias. Bienvenidos y espero que disfruten de las historias. Merlina

sábado, 8 de febrero de 2014

Y si todo hubiese sido distinto - cap. 02 -

Nacimiento, lágrimas y despedida

Lily y James se encontraban en su habitación, ambos muy deprimidos por la decisión que habían tenido que tomar, pero concientes de que era lo mejor para poder proteger a sus hijos.
Esa noche se encontraban cenando en su habitación con Sirius y Sabrina, quienes trataban de no dejarlos, en la medida que sus obligaciones con la Orden se los permitía. Cuando de pronto entró el director, por la cara que traía, supusieron malas noticias.
- Señor? - dijo James
- Se siente bien? - pregunto Sabrina
- No, estoy realmente asqueado, y me disculpan, pero acabo de enterarme de una desgracia, la familia Richmond ha sido exterminada.
Lily y Sabrina se llevaron las manos a la boca para ahogar un grito. Ambas pensaron en su amiga Daphne, a quien desde que salieron del colegio, hacía apenas un año, no habían visto. Sus padres decidieron no trabajar para la Orden porque pensaron que de esa manera protegían a su familia, ya que veían con espanto como estaban siendo cazados.
- Todos están muertos? - preguntaron con un hilo de voz
- Todos excepto Daphne, pero está en San Mungo. Fue torturada y violada. Hasta ahora permanece inconciente, pero los sanadores no saben que consecuencias hayan podido producir tdos los daños que le causaron.
Todos permanecieron en un silencio opresivo, por sus mentes pasaban escenas aterradoras. De pronto Lily soltó un gemido apenas audible, pero James la escucho y corrió a su lado.
- Qué tienes, amor? -dijo asustado
- Creo que ha comenzado - contestó Lily, sujetando su vientre.
Todos se pusieron en movimiento, la súbita revelación del parto inminente los sacó de sus pensamientos.
- Voy por Madame Pomfrey - dijo Sirius.
- No - acotó Dumbledore- me temo que la señorita Hallinger tendrá que hacerse cargo junto con la profesora McGonagall, acabo de enviarle un patronus.
- Pero prefesor, ninguna de ellas es sanadora - dijo Sirius. James se encontraba muy ocupado tratando de llevar a Lily a la cama.
- Dadas las circunstancias que rodean a este parto, y a las medidas que se tomaran a partir de ahora, nadie más puede participar en él. Sabrina - dijo dirigiéndose a la chica - tengo entendido que usted hizo todos los EXTASIS para seguir la carrera de sanadora, asi que estoy en lo correcto al pensar que puede usted asistir este parto?
La chica estaba estupefacta, pero reaccionó enseguida.
- Haré todo lo que esté a mi alcance profesor.
- Bien, James, Sirius encarguense de proporcionarle todo cuanto necesite para esto, ah, profesora ya está aquí.
- Es cierto entonces, ha comenzado - pregunto Minerva
- Si, asi es. Ayúdelas por favor, estaré en mi despacho, si me necesita, envíeme un patronus.
Las próximas tres horas transcurrieron a la velocidad del rayo. James caminaba como loco, tan pronto estaba sosteniendo las manos de Lily, como tirándose de los cabellos.
- Lily - dijo Sabrina - pondré en práctica todo lo que se, pero debes ayudarme, es la primera vez que hago esto y estoy tan nerviosa como tú.
- No te preocupes - contestó la peliroja- confío en ti, sé que lo harás bien.
Pasada otra hora y cerca de la medianoche, después de un desgarrador grito, que le partía el corazón a James, se escuchó el primer llanto. James que le sostenía a Lily una mano, no sabía si reir o llorar, Sirius entre tanto se puso a brincar, olvidando que le estaba sosteniendo la otra mano a Lily. Sabrina cortó el cordón y le pasó el bebe a la profesora que lo recibió y envolvió en una manta.
- Es un hermoso niño - dijo emocionada la profesora. Ya se dirigía a colocarlo en brazos de su madre cuando Sabrina la detuvo.
- Aún no, profesora, falta el otro y ya viene.
Lily volvió a retorcerse del dolor, pero ya no le quedaban fuerzas ni para gritar.
- Vamos Lily - instó Sabrina - un último esfuerzo, ya está por salir.
A los pocos segundos, se escuchó otra vocecita, que aunque no llegó a ser el llanto fuete del primero, fue perfectamente audible.
- Por las barbas de Merlín - exclamó Sabrina - Es...una NIÑA!!!!
La profesora McGonagall puso al primer bebe precipitadamente en brazos de Sirius y tomó la otra manta para tomar a la bebita. James estaba en estado de shock, Sirius lloraba y reía al mismo tiempo. Sabrina se dejó caer en el sillón y escondió su rostro entre sus manos aún llenas de sangre y comenzó a llorar, era un gran alivio haber podido ayudar a traer al mundo a esos bebes sin complicaciones pero la tensión la venció.
James besó a su esposa y luego tomó a su hija en brazos. Lily muy agotada pidió ver a sus hijos y James y Sirius se acercaron los bebes. Ella besó a su hijo en la frente y preguntó:
- Harry James...? - mirando a James.
- Me parece bien - contestó el aludido.
Luego se giro a su hija, la miró, la besó y dijo:
- Samantha Sofía.
Luego miró a su amiga y la llamó para que se acercara.
- Sabrina - dijo tomándole las manos- nunca podré agradecerte lo que hoy has hecho por nosotros, del mismo modo que aunque viva  mil años no podré agradecerte lo que aún estás por hacer. Gracias amiga.
Ambas mujeres se abrazaron y en silencioso llanto se expresaron el profundo cariño que las unía.

Ya había pasado casi un mes del nacimiento de los pequeños Potter y se acercaba el momento de la separación. Lily miraba a sus hijos  y se deshacía en llanto. James estaba que se trepaba a las paredes de desesperación. Cuando tomaron la decisión les pareció lo más apropiado y seguro para los niños pero ahora todo se veía distinto. Ahora que habían tenido a sus hijos en brazos, que los habían besado y sentido, no lograban calmar la desesperación que los consumía.
Pocos días antes, cuando los bebes tenían 15 días, hablaron con Sirius y Sabrina, ellos serían los padrinos de los niños. La pequeña ceremonia se llevaría acabo al día siguiente, uno antes de la separación definitiva.
A la mañana siguiente, se encontraban Dumbledore, la profesora McGonagall, Sirius, Sabrina y los Potter. Dumbledore llevaría acabo la ceremonia, ya que era imposible que nadie más lo hiciera.
- Bien vamos a comenzar, Lily, James por favor acerquense.
Así lo hicieron y ambos dijeron, colocando a Harry y a Samantha en brazos de Sirius y de Sabrina:
- Estamos colocando en sus manos, lo que para nosotros es más precioso, si  noosotros llegaramos a faltar - Lily soltó un sollozo - juran ustedes, educar, guiar y proteger  a  estos niños como si fueran propios, aún a costa de sus propias vidas?
- Lo juro - dijeron ambos.
- Saquen sus varitas - dijo el director.
Todos sacaron sus varitas, las de Lily y James apuntaron al corazón de Sirius  y de Sabrina, las de Sirius y Sabrina apuntaron al corazón de los niños.
- El encantamiento que van a realizar los unirá de por vida a estos niños, si lo rompen tendrá consecuencias tan serias, que hasta podría costarles la vida, están dispuestos?
- Si - dijeron ambos.
- Bien - procedan.
- Protegere per Vita - dijeron James y Lily
- Protego Totallus Semper - dijeron Sirius y Sabrina.
Y de las varitas de los Potter salió y rayo dorado que dió en los corazones de Sirius y Sabrina y al mismo tiempo un rayo del mismo tono salio de las varitas de estos hacia el corazón de los pequeños. Entonces Dumbledore volvió a preguntar.
- Juran ustedes cumplir con esto?
- Lo juro - volvieron a decir ambos
- Que así sea - dijo el anciano
Entonces de la varita de Dumbledore salió una especie de cinta que parecía cristalina y los envolvió a los 4 (Sirius y, Sabrina y los niños) y luego desapareció dejando en la frente de los niños una especie de rocío y en las manos de ambos padrinos un imperceptible tatuaje en forma de estrella.
- Ese es el símbolo de su compromiso, lo llevarán hasta el día de su muerte. Y de ese moodo concluyó la pequeña ceremonia.

La mañana siguiente fue la más dura que ninguno de los presentes recordaba. Lily tenía los ojos rojos e hinchados al igual que Sabrina. James tenía unas ojeras que delataban ls muchs noches sin dormir. Sirius había abandonado su habitual temperamento jocoso y se lo veía triste y cabizbajo. Pe llegó el momento. Habían acoradado que sería la pequeña Samant5ha quien se quedaría al cuidado de su madrina, mientras que Harry se iría con sus padres al Valle de Godric.
- Profesor -comenzó a decir Lily- sabe que esto es lo más dificil que he tenido que hacer en toda mi vida, la mitad de mmi corazon se queda aqui. le pido un minuto mñas para realizar un antiguo encantamiento que los mantendrá unidos a pesar de que no estén juntos.
- Adelante niña.
James y Lily tomaron una daga cada uno y se hicieron un pequeño corte cada uno en la palma de la mano, luego hicieron lo mismo con las de sus hijos, unieron las suyas a las de sus hijos y la de los bebes entre ellos. Y pronunciaron el conjuro.
- Unite per Sanguis Semper.
Una luz que parecía provenir de todos los envolvió cegando a los demás que estaban en la habitación. Harry abrió los ojos y lanzó un grito mientas su hemanita tambien los abrió un segundo después, pero solo miró a su madre. Cuando todo volvió a la normalidad se soltaron y Lily caminó hacia Sabrina y le puso a su hija en los brazos.
- No se por cuanto tiempo llevarás esta responsabilidad sobre tus hombros, pero cuidala mucho y asegurate de decirle a diario que la amamos, aunque no lo entienda aún - dijo Lily mientrs silenciosas lágrimas rodaban por sus mejillas. James se acercó beso a su hija en la frente y se dió vuelta incapaz de soportar aquello un minuto mas.
- Las cosas no siempre son como esperamos, pero nuestro corazón se queda contigo, y algún día la fuerza de la sangre nos unirá nuevamente.
Lily beso a su hija en la frente y la pequeña miró a su madre como si entendiera lo que decía, le dedicó una dulce sonrisa, que no se borraría nunca más de los ojos de Lily, porque fue lo último que vió de su pequeña hija.




No hay comentarios:

Publicar un comentario