La Magia de Harry Potter

Los personajes y el mundo donde se desarrollan las historias que se publicarán en este Blog son de la exclusiva propiedad de J.K. Rowlings, solo la trama y algunos personajes me pertenecen y por esa razón los nombres de los mismos serán utilizados en otras historias. Bienvenidos y espero que disfruten de las historias. Merlina

sábado, 8 de febrero de 2014

Y si todo hubiese sido distinto - cap. 13 -

Amigos y enemigos


El castillo era enorme y tenían serias dificultades para encontrar el camino a todas partes. Por otro lado las clases eran algunas muy interesantes, otras complicadas y otras decididamente aburridas. Transformaciones era de las complicadas McGonagall era sumamente exigente. Encantamientos era divertida, el profesor Flitwick era muy pequeño y tenía que subirse a varios libros para poder mirarlos. Herbología más o menos interesante, la impartía la profesora Sprout que siempre andaba llena de tierra. Historia de la Magia era definitivamente aburrida, era impartida por el profesor Binns un fantasma. Las clases de  defensa contra las Artes Oscuras, resultaban un fiasco, el profesor era evidentemente incompetente, parecía asustarse de todo, su nombre era Quirrell. Pero la clase que resultó una auténtica pesadilla fue la de pociones. El profesor de esta clase era un tal Snape que parecía sentir desprecio por los alumnos pero en el caso de Harry y Samantha  parecía verdadero y profundo odio.
Las clases las compartían con alumnos de otras casas, no siempre de las mismas, por ejemplo y para desgracia de los chicos, la clase de pociones la compartían con los de Slytherin, pensaron que nada podía ser peor, hasta que se enteraron que las clases de vuelo también serían con ellos.
El día de la primera clase de vuelo, Neville tuvo un accidente y mientras madame Hooch lo llevaba a la enfermería Harry se peleó con Malfoy para que le diera la recordadora que se le había caído a Neville, Malfoy se montó en su escoba y Harry salió en su persecución, producto de todo esto resultó que dieran a Harry el puesto de buscador en el equipo de quidicth.
Malfoy estaba furioso, de modo que retó a Harry a un duelo. Para mala suerte de los chicos Hermione escuchó y le dijo a Harry que no asistiera. Samantha en cierta forma estaba de acuerdo con Hermione, pero por otro lado tenía ganas de que Harry le diera una buena lección a Malfoy. Así que esa noche esperaron que se vaciara la sala común para salir. Malfoy había dicho que los esperaba en el salón de trofeos. Harry había insistido para que su hermana se quedara, en cierta forma se sentía responsable, sabía que estaban corriendo un gran riesgo y no quería arrastrar a su hermana en eso. Pero ella era tan terca como él y de ninguna manera pensaba quedarse. Cuando iban camino a la salida apareció Hermione y empezó a darles la lata. Los siguió hasta afuera y cuando intentó regresar se dio cuenta de que la señora gorda no estaba en el retrato así que no tenía manera de entrar y se vio obligada a ir con los chicos, que por cierto estaban furiosos con ella. Para complicar más las cosas, unos pasos más adelante se encontraron con Neville que había vuelto de la enfermería y tampoco podía entrar a la torre.
El asunto resultó un fiasco. Malfoy les había tendido una trampa y quien estaba a punto de encontrarlos era Filch, el celador. Corrieron a todo lo que daban y terminaron en el pasillo prohibido del tercer piso y vieron la razón exacta de por qué estaba prohibido. Un enorme perro de tres cabezas estuvo a punto de matarlos. Corrieron por sus vidas hasta llegar a la torre de griffindor, por suerte la señora gorda ya había vuelto y pudieron entrar. Neville parecía que no podría hablar más nunca en su vida, mientras que Hermione estaba muy enfadada.
-          Qué pretenden teniendo una cosa así en el colegio – dijo Ron.
-          Que no tienen ojos en la cara, no vieron  lo que tenía debajo – dijo Hermione enfadada.
-          Disculpa – dijo Harry – estaba muy ocupado vigilando sus cabezas, eran tres, por si no lo notaste.
-          Estaba encima de una trampilla, es evidente que está cuidando algo. –dijo Hermione – Espero estén satisfechos pudieron habernos matado o peor, expulsado. Ahora si no les importa me voy a dormir.
-          No, no nos importa. – dijo Ron
Pero Harry y Samantha estaban pensando en lo que había dicho Hermione acerca de que el perro estaba cuidando algo. Repasaban a toda prisa lo que sabían. El día que fueron a Gringotts Hagrid sacó un paquete y suponían que lo había llevado a Hogwarts, que había dicho, era el lugar más seguro el mundo, después de Gringotts. Pocos días después leyeron en El Profeta, la noticia de que habían entrado a robar en el banco pero que no se habían llevado nada porque la cámara que violentaron había sido vaciada. Con esos pensamientos se fueron a acostar.      
Malfoy se había vuelto una verdadera pesadilla, al ver que nada podía hacer en contra de Harry, la había emprendido en contra de Samantha. La molestaba tanto como podía, el problema es que se estaba metiendo con alguien muy superior a él y tuvo ocasión de notarlo un par de días antes de Halloween. Los chicos estaban en la biblioteca terminando unos deberes de pociones, Samantha terminó primero y como estaba cansada decidió irse a la sala común. Unos minutos después que había salido Harry y Ron se dieron por vencidos, sin Samantha no tenían muchas posibilidades de terminar con éxito el trabajo, así que recogieron y se fueron. Se dirigían a la sala común cuando escucharon voces. Harry identificó claramente la voz de su hermana y luego una que lo hizo echar a correr y Ron tras él.
-          Quítate de en medio Malfoy y déjame pasar – decía con voz serena Samantha
-          Y si no  quiero? – preguntó el rubio – Qué harás, bonita?
-          Yo en tu lugar no me arriesgaría a averiguarlo – le contestó la chica, perdiendo la paciencia.
Malfoy se había ido acercando a medida que hablaba. Sucedieron varias cosas al mismo tiempo, por un extremo del pasillo llegaban Harry y Ron a la carrera, justo en el momento en el que Samantha levantaba su mano y Malfoy salía disparado y chocaba contra la pared y resbalaba hacia el piso, pocos segundos después aparecía Snape por el otro extremo del pasillo.
-          Qué está ocurriendo aquí? – preguntó Snape. Llegando hasta los chicos al mismo tiempo que Harry y Ron.
-          Nada – contestó con naturalidad Samantha – a menos que cuente, claro, el hecho de que Malfoy sea tan estúpido como para haber pisado su túnica y haberse caído.
Snape recorrió el grupo y no vio varitas a la vista. No podía acusar ni a Harry ni a Ron de nada porque los había visto llegar al mismo tiempo que él. Así que miró con odio a los chicos y les dijo que se fueran. Cosa que hicieron de inmediato, a ninguno le apetecía permanecer mucho tiempo cerca de ese hombre. No hablaron hasta llegar a la sala común.
-          Samantha – dijo Ron casi con miedo y mirando a Harry – cómo hiciste eso?
Samantha los miró, uno era su hermano y el otro era su amigo, no tenía caso mentirles así que les dijo la verdad.
-          Realmente no lo sé Ron – dijo – desde pequeña puedo hacer que las cosas se muevan solo mirándolas o señalándolas, pero lo de hace un momento nuca lo había hecho. Supongo que estaba muy enfadada y simplemente sucedió.
-          Pues la verdad – dijo el pelirrojo – espero nunca provocar tu ira.
Dicho esto, se despidió de sus amigos y subió a su dormitorio. Harry se quedó un largo minuto mirando a su hermana.
-          Parece que hay cosas que aún no me dices – dijo el chico.
-          No, Harry, te lo juro es la primera vez que hago algo así – dijo la chica afligida – lo que sucede es que el imbécil de Malfoy no me dejaba pasar  y se me estaba acercando y de forma instintiva levante la mano para detenerlo, en verdad no tenía intención de hacerle daño.
-          Pues no me quiero imaginar lo que habría pasado si hubieras tenido intención de dañarlo – dijo Harry sonriendo y abrazando a su hermana – Lo bueno es que ahora Malfoy, se lo pensará dos veces antes de meterse contigo.
Y ambos comenzaron a reírse a carcajadas. El día de Halloween amaneció con olor a calabaza en el ambiente, todos los alumnos de primer año estaban expectantes, ya que los de cursos superiores les habían hablado del banquete de esa noche. Sin embargo Samantha había estado triste todo el día. Harry y Ron estaban preocupados porque ella siempre estaba alegre y optimista, así que antes de entrar a la clase Encantamientos decidieron abordarla y preguntarle. Harry ya se sentía casi tan triste como ella.
-          Sam, qué te sucede? – le preguntó Ron, adelantándose a Harry.
-          Es que hoy se cumple otro año de la muerte de nuestros padres – dijo la niña con lágrimas en los ojos.
Harry sintió como si alguien lo hubiera golpeado en pleno estómago. Ron se sintió tremendamente mal por su falta de tacto. Samantha miró a su hermano y dijo:
-          No te sientas mal Harry, ojala yo también hubiera podido olvidarlo.
El profesor Flitwick los hizo pasar y la niña entró secándose las lágrimas. Ese día el profesor los puso en parejas y para desgracia de Ron le tocó con Hermione quien no les hablaba desde el día del fallido duelo. A Harry le tocó con Seamus y a Samantha con Lavender. La clase fue muy divertida, Seamus quemó un par de plumas y Ron casi le saca un ojo a Hermione con su varita. Al final de la clase solo unos cuantos habían hecho levitar sus plumas entre ellos Hermione y Samantha. Cuando salieron Ron hizo un comentario muy desagradable de Hermione y la niña lo escuchó. Después de eso no volvieron a verla. En la noche cuando estaban en el banquete entraron Lavender y Parvati, que era su mejor amiga, cuchicheando que habían visto a Hermione y a Samantha llorando en el baño de las chicas. Harry hizo ademán de pararse para ir por su hermana pero Ron lo detuvo diciéndole que no podía entrar al  baño de chicas. Pero  no hubo tiempo de pensar más en el asunto, porque entró el profesor Quirrell anunciando que había entrado un Troll. Enseguida se armó un pandemónium. El profesor Dumbledore tuvo que gritar para hacerse escuchar y los envió a todos a sus salas comunes. Cuando iban camino a la suya Harry recordó que su hermana estaba en el baño y no sabía nada. Así que burlaron la vigilancia de Percy y corrieron a buscarla. En el camino vieron al Troll entrando por una puerta y corrieron a encerrarlo, pero cuando se alejaban escucharon unos gritos y con una profunda sensación de terror se dieron cuenta que ese, precisamente, era el baño de las chicas. Con ganas estar en otro lado se devolvieron, hicieron acopio de valor y entraron. Hermione y Samantha trataban de protegerse del Troll pero estaban acorraladas así que los chicos se encargaron de la criatura y lograron derribarlo. Cuando llegaron los profesores Snape, McGonagall y Quirrel ya la situación estaba controlada. La profesora McGonagall les dio unos cuantos puntos por la hazaña aunque les restó otros porque Hermione que fue la primera en reaccionar se echó la culpa de que los otros estuvieran ahí. Cuando llegaron a la sala común los cuatro se dieron un apresurado y embarazoso “gracias” y cada uno se fue por su lado. Pero a partir de aquel día Hermione se convirtió en su amiga.
El año seguía su curso, los chicos habían llegado a la conclusión de que era Snape el que había dejado entrar al Troll porque quería robar lo fuera que estaba escondido en el tercer piso. Pusieron al corriente a Hermione de todo lo que sabían y la chica estuvo de acuerdo aunque le costaba creer que un profesor hiciera algo así. En el primer partido de quidditch Snape trató de derribar a Harry de su escoba, pero afortunadamente Hermione lo evitó. Harry atrapó la snitch y Griffindor ganó el partido.
En las vacaciones de navidad los chicos se quedaron en el castillo, cosa por la que Malfoy intentó molestarlos, pero no, lo consiguió porque ellos se quedaron porque querían quedarse no porque tuvieran que hacerlo. Harry recibió varios regalos por primera vez en su vida, su hermana le regalo una caja de ranas de chocolate, Ron y Hermione también le regalaron dulces, la madre de Ron les envió tanto Harry como a Samantha unos lindos sweaters tejidos, pero el regalo más especial que recibió Harry venía sin remitente conocido, era una capa de invisibilidad, que según la nota adjunta había pertenecido a su padre. Con esa capa Harry y Samantha habían hecho excursiones nocturnas por el castillo y habían encontrado un extraño espejo en el que podían ver a sus padres, volvieron varias veces, hasta que Dumbledore los descubrió y les dijo que cambiaría el espejo de lugar y que no lo buscaran más.
Después de mucho investigar descubrieron que lo que protegía el perro de tres cabezas, que por cierto se llamaba Fluffy y pertenecía a Hagrid, era algo llamado Piedra Filosofal, con la que se podía hacer un elixir que permitía a quien lo bebía el ser inmortal.   
Hagrid estuvo a punto de meterse en un buen lío por una cría de dragón. Los chicos lo ayudaron a deshacerse de él con la ayuda de Charlie, el hermano de Ron. Pero eso les acarreó un castigo que debieron cumplir con Hagrid en el bosque prohibido. Esa noche pasaron un susto terrible cuando una figura encapuchada intentó atacarlos y fueron rescatados por un centauro. Lo único bueno del castigo es que Malfoy había tenido que cumplirlo también.
De ese modo llegaron a los exámenes finales. Pero también descubrieron que Snape estaba a punto de robar la Piedra y Dumbledore no se encontraba en el castillo. Así que decidieron ir ellos a buscarla antes de que Snape la consiguiera.
La piedra estaba protegida no solo por Flufly, que descubrieron por Hagrid que se dormía tocando música, pasaron a través de la trampilla y cayeron sobre lo que creyeron que era una planta que al final resultó ser Lazo del Diablo, Hermione se deshizo de ella, luego tuvieron que atrapar una llave voladora para poder abrir la siguiente puerta, por suerte Harry el mejor buscador del colegio y esa parte la superaron muy rápido. Llegaron a un salón donde había un ajedrez gigante, el cual pudieron pasar gracias a la habilidad de Ron con este juego, pero Ron cayó abatido y tuvieron  que seguir dejando a Hermione con Ron para asegurarse de que estuviera bien, el próximo obstáculo era un acertijo, Samantha  lo descifró pero solo uno podía seguir adelante, así que Harry le dio instrucciones precisas a Samantha de que se devolvieran mandaran una lechuza a Dumbledore y llevaran a Ron a la enfermería. La niña abrazó a su hermano y se devolvió a cumplir con las instrucciones que éste le había dado, Ron había recuperado el conocimiento pero estaba muy mareado. Samantha les explicó lo que le había dicho Harry y entre ella y Hermione ayudaron a subir a Ron. Cuando llegaron a la enfermería y Hermione se disponía a escribir la nota al director, Samantha comenzó a gritar y agarrarse la cabeza. La niña sentía un terrible dolor y tuvo la certeza de que algo malo estaba ocurriéndole a su hermano, sin embargo el dolor poco a poco iba haciéndole perder la conciencia, hasta que ya no supo nada más.
Harry y Samantha despertaron al mismo tiempo y vieron al director parado en medio de ambas camas.
-          Profesor, la Piedra…era Quirrell…el tiene la Piedra
-          Quirrell? – preguntó Samantha
Entonces Harry vio con espanto que su hermana estaba acostada en la cama de al lado. Por su cabeza pasaron toda clase de imágenes, Quirrell atacando a su hermana y a sus amigos. Quiso levantarse, pero el profesor se lo impidió. Se fijó bien pero Samantha no parecía estar herida, pero entonces qué hacía ahí?
-          Por qué estas acostada Sam? Cómo están Ron y Hermione? Qué sucedió? Cuánto tiempo llevo aquí? Qué pasó con la Piedra?
-          Calma muchacho o la señora Pomfrey me sacará de aquí. Veamos, llevan aquí tres días, ambos, el señor Weasley y la señorita Granger están bien y estarán muy aliviados al saber que están ustedes bien. En cuanto a lo que sucedió pues llegué justo a tiempo para quitarte a Quirrell de encima, pero el esfuerzo casi te mata. La piedra fue destruida.
-          Señor, pensándolo bien, aunque la Piedra no esté Vol…quiero decir quién usted sabe…
-          Voldemort Harry, llama a las cosas siempre por su nombre, el miedo a un nombre solo aumenta el temor de aquello a lo que se teme.
-          Bien, Voldemort intentará volver, es decir no está muerto verdad?
-          No, Harry, no le queda lo bastante de humano como para morir, y sí, estoy seguro de que intentará volver, pero confío que siempre habrá alguien para detenerlo y si esto sucede una y otra vez puede que nunca vuelva al poder.
-           Señor, puedo preguntarle algo?
-          Como te dije la vez anterior, si puedo contestarte lo haré, pero no voy a mentirte.
-          Voldemort dijo que mató a nuestra madre por intentar evitar que me matará, pero por qué quería matarme, en primer lugar?
-          Otra vez tengo que decirte que no puedo contestarte, no aún, algún día cuando sean mayores o mejor dicho cuándo estén listos se los diré.
-          Por qué Quirrell no podía tocarme?
-          Tu madre murió para salvarte. El haber sido amado tan profundamente por alguien aunque esa persona ya no esté deja una protección. Si hay algo que Voldemort no puede entender es el amor y para Quirrell lleno de ambición y compartiendo su cuerpo con Voldemort, era una agonía tocar a una persona marcada por algo tan bueno.
Samantha que había permanecido tratando de entender qué había sucedido, a través de la conversación de su hermano, ahora lloraba silenciosamente. Dumbledore se mostro interesado en un pájaro que volaba cerca de la ventana y eso le dio tiempo a Harry de secarse las lágrimas que él también estaba derramando. Cuando pudo volver a hablar preguntó:
-          Señor, sabe quien me envió la capa?
-          Pues resulta que tu padre me la había dejado y pensé que te gustaría tenerla. Cosas útiles.
-          Otra cosa señor, Quirrell dijo que Snape…
-          El profesor Snape, Harry
-          Sí, él, Quirrell dijo que me odia porque odiaba a mi padre ¿es verdad?
-          Así es, cuando tu padre y el profesor Snape estudiaban se odiaban al igual que el señor Malfoy y tu, pero entonces tu padre hizo algo que el profesor Snape, no pudo perdonarle.
-          ¿Qué cosa?
-          Le salvó la vida, es por eso que el profesor Snape se ha esforzado tanto en protegerlos, de ese modo puede seguir odiando la memoria de su padre en paz.
-          Una última cosa señor, cómo conseguí la Piedra?
-          Me alegra que preguntes, ha sido uno de mis mejores hechizos, solo que el quisiera encontrar la Piedra, no usarla, sino encontrarla, lo podía hacer.
-          Señor – dijo Samantha – por qué estoy aquí?
-          Parte de la respuesta a esa pregunta ya la tienes pero voy a completarla. Los gemelos tienen una conexión muy fuerte, sin embargo la de ustedes es mayor, porque sus padres utilizaron magia muy antigua para unirlos aún más, por lo tanto las simples leyes de la naturaleza no se aplican a ustedes, su conexión va mucho más allá de lo que nos es comprensible, qué tan unidos están, es algo que tienen que averiguar ustedes mismos. Por lo pronto sabemos que lo que afecta a uno físicamente, afecta al otro, la señorita Granger y madame Pomfrey me contaron que empezaste a gritar y te llevaste las manos a la cabeza, calculo yo que más o menos en el momento en que Harry estaba luchando con Quirrell y que después de un rato perdiste el sentido y no lo recuperaste hasta que Harry lo hizo. Es todo cuánto puedo decirles al respecto. Ahora los dejo y disfruten de los regalos que les han enviado sus amigos y admiradores.
Hagrid también fue a visitarlos y les llevó un álbum con fotografías de sus padres, lo que puso a los niños muy contentos.
Ese año Griffindor ganó la copa de las casas gracias a los puntos extras que le dio el director por su participación en los eventos de la última semana. Después del banquete todos volvieron a casa a disfrutar del verano.

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